Las personas con narcolepsia suelen quedarse dormidas con facilidad,   pero eso no significa que descansen bien. Uno de los síntomas frecuentes es la fragmentación del sueño, que se refiere a los despertares constantes durante la noche, aunque la persona no siempre los recuerde.

Este patrón de sueño interrumpido impide alcanzar un descanso profundo y reparador. Como resultado, aunque hayan dormido varias horas, la sensación al despertar es de cansancio o falta de energía, lo que contribuye a la somnolencia excesiva durante el día.

Dormir mucho no siempre significa dormir bien. En la narcolepsia, la noche puede estar llena de microdespertares que alteran el equilibrio del sueño y afectan al bienestar general.